¡Paren con las guerras!
¡Díganme!
Que todavía vale la pena vivir
En este mundo que tanta cosa resiste,
Bajo este sol que brilla hasta para los malos,
Y que no todo aquí es sufrir.
¡Díganme!
Que una oración es capaz,
De unir todas las naciones,
De parar todas las guerras,
Y de llevar al hombre a promover la paz.
¡Díganme, por favor!
Que el perdón aún es posible,
De transformar los corazones de piedra,
De despertar la consciencia del bruto,
Y de hacerlo un poco más sensible.
¡Díganme!,
Que aún hay esperanzas,
De ver enemigos en un gesto de humildad,
Olvidando ofensas y apretándose las manos.
Y dar continuidad a la vida, reforzando las alianzas.
Díganme...