GITANA
GITANA
(para Marina)
Si no fuera por ti, gitana mía,
¡qué tristes serían mis tardes
y mis días, ay, qué largos
y mis noches, qué vacías!
Pero si llegan encendidos
esos tus dos verdes soles,
¡ay, gitana, gitana mía,
que bailan mis ojos perdidos,
condenados a la ilusión!
¡Ay, gitana, que tu piel gitana
mis noches las tiene pobladas
de dulces ensueños, caliente pasión!
Que bailes, gitana mía,
que puebles mis sueños.
Que sólo en ellos puedo ser,
a la vez, tu esclavo y tu dueño.
Lucas Carneiro
24/3/2004