Sin decir nada
Mis palabras no tuvieron fuerza
Todos cayeron al suelo de perdición
Y ahogándome sin torcerme
Del gusto ardiente a la maldición de pintar.
Si ella no aceptaba mi cita
Y se escapó de mis pocas palabras
Aplastando mi pobre corazón
Se fue a la ciudad en el sur de Lavras.
Sin decirme nada ni entenderme
Sufrí las enfermedades de la conquista
Tomado por el tiempo sin poder elegir
Las heridas y heridas que marcan el día
Hacen recuerdos amargos y rebeldes
Sin conexión en mis términos, no es melodía.