SONETO
Esta mañana no fue como las otras
Madrugadas de tiempos, otrora
Como los días de verano en los bosques
Como las horas eternas de abrazos
Esta mañana siento un vacío
Profundo en mi interior
Ruego a las plantas que se enciendan
Para mí, para alumbrar este recinto frío
Pero nada se me contesta
No hay respuestas
Para mis ruegos
Para mis lágrimas
¿Y entonces, dónde estás, querida mía?
¿Dónde estás, ahora, en estos momentos tan tristes?
Cuando más te necesito
¿Dónde estás?