SÍMBOLOS

Gallardos en su proyección hasta ser notados, considerados y reconocidos, forman una estructura cónica que evoluciona progresivamente hacia las puntas demandando ser vistos, admirados y con frenesí consumidos no importando la hora, el lugar, la posición ni cosa alguna con capacidad para impedir su realización maternal, su funcionalidad láctea, por demás inspiradora de muchas y tantas obras de artes en que aparecen como resplandecientes símbolos de una creación de seres adorables destinados, por medio de ellos a la vida y al amor.

Gemelos en su aparición corporal, constituyendo más un par de los tantos que componen tu organismo, bueno el de todos los humanos, siendo colocados allí para representar toda la simbología de la belleza, por eso, apreciarlos significa experimentar el más ardiente placer visual del mí varón, quedando cada vez que los miro, seducido a ellos y a ti, su portadora, sometido, em sumisión muy extraña que se confunde con una dependencia visceral que me lleva a necesitarlos, buscarlos, a querer sentirlos, en ellos me acobertar y a consumirlos.

El fascinio que en mi producen viene de antaño, desde antes de yo conseguir derecho de degustar su tonicidad y consumir su azucarado contenido, hoy en nuevo nivel mi atracción por ellos es tanta que se tornó locura, tal vez explicado porque en las mañanas al despertar y verlos me sirven de faroles, sabotean mi mente y me llevan como autómata por los caminos de los placeres mundanos, gracias a los cuales en su feliz compañía resurjo, revitalizo años y gano paz, todo en una vibración que solamente se calma cuando me recreo al bañarlos.

Libro: Imagenes (e-book)