ALEGRÍA EN EL AMANECER
Cuando la noche me cubrió de vértigo
Y la alegría parecía no haberse logrado
En vista de una gran inconsistencia,
Supliqué a los cielos por la venida del sol de la esperanza
En mi corazón profundamente angustiado.
Fue durante esas horas que me refugié
En los brazos seguros del Altísimo.
Y fue también en esos momentos,
Los cuales agradecí en un gesto de total reverencia
Por el resplandor de tu misericordia y redención.
Poco a poco, melodías de paz soplaron en mi ser
Y luego sentí, mismo en llantos,
Ligero como un pájaro que gana la inmensidad de los cielos
Con su vuelo elegante y despreocupado.
Y adelante, en medio de un radiante amanecer
De un hermoso sol de la mañana coloreando la tierra con sus brillos,
Sentí que no había oscuridad en mi corazón
Y no encontré más ningún rastro de lamentaciones silenciosas,
Pero tan sólo una alegría inexplicable,
¡Ahora renacida de las alturas de un sublime amor divino!