La batalla.
A lucha dejó doliendome el cuerpo,
envolvió mi voluntad,
fué feroz ver as forzas traicionarnos,
somos un pozo de abismos
tan indignos,
que por mi ni pudiera de novo olhar mi Salvador,
ele me envuelve con sus brasos tiernamente,
sabe cuan indigna soy.
De donde llegan estas palabras
que me devuelven el aliento?
me devuelve el fólego...
de donde me dicestes:Si tu conciencia te acusa
Yo Soy mayor que tu conciencia,
aún me invocarás,
Beberás de meu espíritu.
Mi corazón recordó:
El Señor levanta los caidos,
no es que yo no caiga
es que tu siempre me levantas,
Señor es bueno detenerse y descansar en tus brasos,
Señor me perdona, me perdona
Senõr Jesus
Oh Señor