Mi mágica princesa
Dedico este texto a mi hija Késia, una flor que Dios sembró en el seno de mi hogar. De entre tantas cosas, este es un pedazo de mi vida tan especial para mi.
Yo ya era tan feliz,
Pero quisiera Dios concederme un poco más;
Y en un rato de mi vida,
Engendró la semilla de la existencia
Y concedióme una mágica princesa
Una palomita de la paz llegó a mi casa
Trayendo consigo un mensaje de alegría.
Todavía soy de allí por delante un ñoño
Débilmente voy a mi trabajo
Y a mis estudios voy con más placer
Y mi casa es un refugio de esplendor
Lleno de amor
Por causa de esta flor que se acreció a mi hogar
Sé ahora, mucho más, lo que es amar.
Como creces, hija mía,
Sé que un día te vas de acá
Llevarás contigo una fracción de mí
Pero no te olvides que te amo.
¡Que venga los años!
Entonces, no te borres de mi vida
Y que tu presencia querida
Sea un gran motivo
Para que, en cuanto yo estuviera vivo
Tenga más placer en vivir.
Tu papá: Aldair Lucas