Un Cálculo de Amor (ESPANHOL)

El poeta errante, con versos en la piel,

recorre el mundo buscando su razón,

mientras la física, en sus leyes de hiel,

desnuda secretos bajo su precisión.

Ella, con ojos de té y ecuaciones,

desafía el tiempo en su frágil ilusión.

Su sonrisa era un límite infinito,

cabellos de ébano, curvaturas de luz,

entre integrales de sueños contritos,

bailaban sus manos, sutiles en la cruz.

"¿Qué es el amor sino un vector incierto?",

preguntó ella, trazando un seno en su luz.

Noches de sakura y café compartido,

ella hablaba de entropía y eternidad,

mientras él, en versos desvanecido,

calculaba el peso de su propia verdad.

El amor era un fractal, siempre repetido,

pero él solo un punto en su inmensidad.

"Deriva conmigo", susurró en su oído,

la joven de labios como ecuaciones,

su piel, seda de campos no medido,

fundía sus sombras en colisiones.

Él, poeta sin axiomas, perdido,

tembló al hallar cero en sus corazones.

Bajo la luna, curva asintótica y fría,

midió la distancia entre sus respirar,

ella, fórmula de gracia y armonía,

él, un verso sin ritmo para explicar.

"Tu amor es un número imaginario",

dijo, y el viento lo hizo vacilar.

En su diario, anotó con temblor:

"¿Cómo amar lo que no merezco abrazar?

Ella, estrella en expansión de fulgor,

yo, un eco sin masa para orbitar.

Que encuentre un sol que le dé calor…

mi luz es sombra que empieza a apagar."

En el laboratorio de sus abrazos,

experimentaron con fuerzas y pasión,

él fue un error en sus cálculos exactos,

un coseno inverso en su dirección.

"El universo se expande… y nosotros…"

murmuró ella, sellando su renunciación.

La entropía gritó: "¡Todo se desordena!",

y el poeta, con lágrimas discretas,

vio sus días como sumas imperfectas.

Ella, en su regla de oro, serena,

buscaría otro amor sin cadenas…

Él, un resto en ecuaciones incompletas.

Partió al alba, sin dejar coordenadas,

su corazón, un logaritmo sin base,

mientras ella, en sus teorías afinadas,

descifraba el amor con audaz terquedad.

¿Acaso el tiempo, en sus redes bordadas,

tejería otro destino, más verdad?

A veces, en sueños, resuelve ecuaciones:

sus manos enlazadas como raíces de i,

él, poeta de errantes pulsaciones,

ella, física de estrellas y rubí.

Pero despierta a gritos… "¡Es ilusión!",

y el vacío responde con un sen(x) = π.

Ella ahora viaja en ondas de luz,

su nombre, un teorema en universos nuevos,

él, desde lejos, borra su propia cruz,

escribiendo versos como destellos ciegos.

"Que el amor sea una función sin disfraz…

y yo, solo un límite que llega a cero."

El cálculo final: dos almas en fuga,

él, poeta que amó con variables muertas,

ella, ciencia y crisantemos que inundan.

La vida es breve… las fórmulas, abiertas.

El amor, acaso, fue una integral plugra…

que sumó infinitos, pero nunca certezas.