MAGNÁNIMA
Celebro la esbeltez de tu figura
y recreo todas mis fantasías sin
respetar los límites, en especial,
cuando decides avanzar sabiendo
que avanzando produces en mí
la locura por te apreciar.
Me muevo con suavidad por entre
tus contornos buscando los mejores
movimientos producidos empeñada
en exhibirte, y yo acelero el ritmo
como ruego para que no pares
llevándome así al delirio.
Te aproximo consciente de los
muchos beneficios que sentirte
cerca me producen, tantos que
comienzo avanzar hacia ti en
incitantes movimientos circulares
de un lado para el otro para encontrate.
Tu figura esbelta comienza a
someterse no a mi arrebato sino
al tuyo que se convierte rápido
en incontenible, buscando una
salida o la multiplicidad que
te agota y satisfaz en plenitud.
Esbelta figura que en la quietud
de la horizontalidad muestra
toda su belleza y para mí que
la aprecio, desde aquí, es como
planicie donde quedan las
huellas del amor y las mías.