CUADRO

Era

arcoiris

no común, de

colores vivos y

atractivos que bien recordaban el amor.

Allí

estaban

también de

vivos colores

deseos e ilusiones que diseñaban placeres.

Había

una luz

entre todos

los colores que

destacaba invitando a disfrutar el cuadro.

Pero,

lluvia no

cayó y la

sospecha se fue

con gritos al viento: ver no es tener.

Igual,

arcoiris

iluminó las

miradas que

flutuaron entre alucinaciones y desilusión.