METAMORFOSIS

Amor, despierta, que sueño terrible!

Era contigo, mas fue muy extraño.

Yo estaba contigo, lógico, siempre,

repentinamente me torné un lapicero,

negro con la cabeza dorada y la tinta,

el mayor asombro, justo ese, blanca,

casi transparente, de líneas gruesas

y una grosura común de lapicero de marca.

Tú eras la escritora y en medio de la noche

comenzaste a procurar el referido lapicero

para escribir tu último sueño, amor,

quedé sorprendido por tus gritos de desespero

y miré la hora, eran las 3 de la mañana.

Será que es hora esa de estar

delirando de loca por pegar

un lapicero para escribir?

Era tan grande el deseo de escribir,

incontrolable, que te propuse

tener el lapicero siempre contigo,

así no reprimes tu sed por utilizarlo y puedes

hacerlo siempre a tu placer.

Lo encantador del sueño, amor,

es que desperté enredado en la humedad

de la tinta que dejaste derramar sobre mí.

Libro: Sueños (e-book)