En un callejón y sin salida...
Todo es displicente
parece que no
tengo piso...
Me voy cayendo
en un precipicio
y no tengo control
sobre mi cuerpo...
Todo escapa
nada permanece
es como el agua
que se escurre
de las manos...
Todo me angustia
el suplicio es tan grande
que dan ganas
de salir corriendo
como un loco...
Ya no tengo
control sobre nada
mis sentimientos
me han abandonado
o yo los abandoné
ya no lo sé...
Existe en mí
el dolor del fin
así como también
ella sufre por ello...
Ya nada nos une
el sufrimiento
mató al amor
que nos unió
por tanto tiempo...
Hoy debemos admitir
nuestro fracaso
e intentar rehacer
la vida que nos queda...