Ven!, quédate!
En la tarde mansa de un verano tórrido
sentí ganas de besar tu música
Una brisa calma, tu sonrisa fácil,
me dijeron: “pronto!” y te llamé anhelante.
Ven, que espero tu dulce caricia,!
ven, que quiero tu voz incitante!
ven, que no aguanto ya más un instante
sin tu cercanía, tu voz, tu frescura.
La miel de tus besos me dio tu dulzura,
tus pétalos-dedos rozaron mi rostro
y mi piel se irguió en mil cordilleras.
Oh!, sueño real, realidad soñada!
mi hermosa pasión, mi estrella dorada!
Quédate por siempre, mi princesa amada!
Daniel Panno
Recife, 29 de maio de 2009