Las mujeres
Otro día de viaje por el bosque,
Bajo las palmeras y muchos árboles,
Las mujeres guerreras de coco babasú,
Sentados en el suelo, no ven pasar el tiempo,
El hacha, con su cabeza, es su gran compañera,
Sharp rasga la mitad del coco y lo corta en el aire.
Las almendras babasú son su alimento.
En el trabajo de cada día sin cesar,
Cantando melodías para mejorar la vida,
Son los quebrantadores de cocos de babasú,
En la lucha por el sustento y tanto coraje.
Son las rompedoras de Maranhão,
Oficio de madre e hijas en el gran interior,
Feliz y lejos de tantas cosas buenas,
Engañados se dan la vuelta,
Y luchar por una oportunidad más.
¿Son estas mujeres las diosas de las palmeras?
Y cuando lloran de hambre y dolor,
Sonríe en un segundo,
Cayendo la tristeza de la noche,
Y mañana, se levantan sin ninguna ayuda.
Estas son las mujeres de capoeirão,
Amados en estos sencillos versos,
y que nadie les preste,
Se les presta mucha menos atención,
O rendirles algún homenaje.
Estas mujeres creen en la buena vida,
Donar su único sudor derramado en sus rostros,
Son fuertes y trabajadores de mil opciones,
En la vida cotidiana saben perdonar con emociones,
Siempre echando una mano a los que no preguntaron,
Siempre ofreciendo sin esperar recibir.
Son las negaciones del coco de la pobreza de mi interior,
que pierden la juventud y llegan a la vejez,
Construyendo un camino en la vida sin destino,
Esperando que un día el sol brille en tus ojos,
Ser respetadas y honradas como mujeres.