El post-Pandemia no es nuevamente
Mi nombre no lo dicen
Mis manos tocar
Ya no quieren.
Hacen lo mismo
Pero lo de siempre
Ahora es el susto de nunca
Habernos visto de tan cerca
Lo que nos mantenia lejos.
El miedo me hace doler a las piernas
En centímetros de lento caminar.
Sin poder quitar la mascarilla
Con las máscaras de siempre
Entrañadas en el cuerpo:
Extraño huerto
De placeres expulsados.
Queremos un mundo nuevo
Pero los dueños de los cimientos:
Quierer soterrar a los cuerpos
Y dar persecución a oros no probables.
El miedo a morirse
Lo quiero matar
Con una sonrisa en la frente
En el front la precariedad
nos escaba:
El hambre habla
Apilar riquezas
És cavar tumbas.
Juntar las manos
Sin tocarselas
És el reto circular
Que nos agrandará los ojos.
La esperanza no será esperada:
Compartir el Presente
Será no morirse
Para siempre.