LA INSPIRACIÓN
El día hubo amanecido muy… muy frío
Y la poesía en mí sentía un fuerte calor…
Yo hube pasado la noche hablando de amor,
Es que mía inspiración estaba en lo celo…
Había flores amarillas que venían del cielo
Y caían en mís pies tan vivas y olorosas
Que en mi corazón yo desiné muchas rosas
Para que el olfato recibiese el aroma del mundo.
Con el rocío de la mañana un energía profundo
Hubo dejado mi cuerpo listo para sólo amar
Y comprender que el amor es lo mismo siempre…
Al fin la inspiración había fecundado las palabras
Y flores de todas las tonalidades eran un gran mar
Dónde las olas nacían y morían así de repente…
DE Ivan de Oliveira Melo