MIRTES E A ORDEM DO VENTRE
VIRMÍNIA
 
Óleos de cravo
Da macedônia
Lírios rosados
onde as pétalas
Sopram no fogo
O delicado perfume
P’ro silêncio da noite
Ser adorado
Alguém a muito
Foi embora
E retornará
Possuída de velhos
E cansados
conceitos
O candelabro de ossos
Um castiçal de pedra
Onix aceso
O mapa das estrelas
Convida Lilith
Aos apelos
Entre versos
Do pergaminho
Da Ordem
Miraglós entre
O pó das estátuas
De todo século
Desliza um lágrima
Antiga
Virmínia desça
Do limbo
O tempo está aberto
O elo foi imposto
Nas tábuas do Aliém
Virmínia irmã
Do tempo e das guerras
O novo agora impera
Não há vassidão
No horizonte
Os perdidos
Vivem no claustro
Abaixo
Os Deuses
Querem o que
É fértil em nós
A caverna pode ver
A luz
Quando convidada
As Troianas
Tantas vezes combatidas
No entre-vales
da relva
a espera da nossa fraqueza
as Raptoras do vale
são agora a fortaleza
na harmonia
do convivio com
as ninfas
e as prometidas
filhas dos terrenos
o arco vigoroso
do esplendor dourado
brilha pelo céu
de Áquila
manhã na noite
estranha todos
um sol diferente
que aparece de cima
desce brumas
orvalhos respigam
gotas pretas
desenham mistérios
na pedra que sobe
a montanha
perto do carvalho antigo
Lilith ilumina
O vasto ao redor
De tudo
Brotam flores
Coloridas
Na beira do lago
O perfume se espalha
Convida todos
A irem ao bosque
Na espera
Do que está por vir
A estranha luz
Se apaga derrepente
O silêncio
Canta  sonoro
Um rouco folhar
nos troncos
o escuro cega
nem o céu de estrelas
a lua enconberta
destinam
qualquer luz
pássaros
e outros seres
corvos nos galhos
não grasnam
o vento fere
como unhas dessecando
o espanto se torna
o sentido
não correm aos abrigos
se tornam antes
estátuas pálidas
olham adiante
no templo da Ordem
nem Lilith
abre o claro
ao confuso das coisas
o que está escrito
na pedra
se cobre de sangue
uma manto de seda
púrpura desce
o que parece
um planeta pequeno
uma esfera que brilha
vaga até perto
se abrindo em fachos
de raios
surge Virmínia
com o oráculo de cristal
entre as mãos
emana sua voz
que tem as estações
por palavras
tons que vagam doces
e amargos
a todos os cantos
venho pertencer
a grande videira
de Llilith
o pomar de Eva
e tudo que existe
no eterno. 


MIRTES Y LA ORDEN DEL VIENTRE
VIRMÍNIA

Aceites de clavo de olor
el macedonio
lirios rosados
donde pétalos
Sople el fuego
El delicado aroma
Silencio P'ro de la noche
ser adorado
Alguien muy
izquierda
y regreso
Poseído de edad
y cansado
conceptos
La araña de los huesos
Una piedra candelero
Onix lit
El mapa de las estrellas
Las llamadas Lilith
las llamadas
entre versos
pergamino
orden
Miraglós entre
El polvo de las estatuas
En cualquier siglo
Se desliza una lágrima
antiguo
Virmínia abajo
Limbo
La hora está abierto
Se impuso el enlace
En las tablas de la cosechadora
Virmínia hermana
El tiempo y las guerras
La nueva reina ahora
Hay vassidão
en el horizonte
perdido
Ellos viven en el claustro
abajo
los Dioses
Quiere lo
Es rico en nosotros
La cueva se puede ver
la luz
cuando se es invitado
los troyanos
Muy a menudo luchado
En entre valles
césped
la expectativa de nuestra debilidad
el Valle Raptoras
ahora son la fortaleza
en armonía
Vivir con la
ninfas
y la prometida
hijas de la tierra
arco vigoroso
esplendor dorado
brilla el cielo
Águila
mañana por la noche
extraño todo
un sol diferente
que aparece por encima de
nieblas caídas
rocío salpicó
gotas negras
dibujar misterios
en piedra que se eleva
montaña
cerca del viejo roble
luces de Lilith
El ancho alrededor
todos
flores de primavera
colorido
En la orilla del lago
Los diferenciales de perfume
invita a todos los
El ir a los bosques
en la espera
Lo que está por venir
La extraña luz
Se apaga de repente
el silencio
sonido Sing
Un pergamino ronca a través
troncos
la ciega oscuridad
ni las estrellas del cielo
enconberta la luna
destinado a
cualquier luz
pájaros
y otros seres
cuervos en las ramas
no toque la bocina
el viento duele
como clavos dessacando
el asombro se convierte en
sentido
no ir a los refugios
antes de que se
estatuas pálidas
mirar al futuro
la Orden del Temple
o Lilith
abre el curso
las cosas confusas
lo que está escrito
en piedra
está cubierto de sangre
una bata de seda
caídas púrpuras
que parece
un pequeño planeta
una esfera que brilla
vaga para cerrar
abertura en vigas
rayos
surge Virmínia
con oráculo cristal
en sus manos
emana de su voz
que tienen estaciones
por palabras
tonos dulces que deambulan
y amargo
todos los rincones
llegado pertenecer
la gran vid
de Llilith
Eva huerto
y todo lo que es
en lo eterno.