un brindis
(REVISADO POR HERNÁN JAVIER PIÑEIRO)
Alzo en mis manos el brindis al sufrimiento de la poesía
Y deseo que todos los días
La poesía, como el sol, venga
y adentre a través de mis ventanas
Y que la luna pueda llorar sobre mi dolor
Hasta el instante en que en mi pecho
Ella, la poesía, lleve todo lo que resta
De este amor