barcos lentos
mugen sin implorar
esos barcos que lentos se desbarrancan
por los bordes del mundo
lento y gris gemido monocorde
los despide de esto que no se sabe lo que sea
así se van
sin otro aspaviento que una baba sonora
sin técnica ni estridencias
a solas en medio de la nada
con sus palabras petrificadas aún con su
mugido al que castiga el viento
y el sol cuya mineral rutina de luz
lo insiste y permanece
vería estas cosas si pudiera
habría un testigo un borborigmo de cortázar
por salir enunciar por poner en aire
para perfil y moraleja tantas cosas
un poema en su muñón el gesto que aterrados
encierran en quietud los muertos
pero también el aire como espacio
para palomas y renglón del verso
para abrazo y silbo
para quiebre de espigas aún sin siega
mírame en los barcos que se apartan
yo estuve/ fui/ yo quise un altar en lo que yo pudiera
o supiera o hubiera deseado
yo como un yo mínimo y trivial como la espera tensa
del que va a balearlo todo/ aún inerme
mírame como los barcos que han elegido la niebla y arremeten
aún nada dije
nada
y el resto
acontece sin asombros
escucha bien
en la distancia hay unos barcos
que se pierden
Carlos Alberto Roldán