POBRECITO DE ÉL
POBRECITO DE ÉL
Pobrecito de él,
Él que no ousa,
Él que es nadie,
Él que no tiene fiebre
Pero desea morir de pronto.
Pobrecito de él,
Él que ha quedado
A hecho de si mismo;
Astronauta de nueve lunas,
Pero que no conoce sino
Que las calles deste mundo gris,
Aunque le brillen las luces
Multicolores de neón;
Loco que cree en aquellas luces
Como si fueran de si mismo
Y les regala una contemplación sin sospecha;
Hermano de los que hablan a Dios
En un templo vacío y escuchan
Respuestas partidas de la soledad,
Pero que son las de si propios,
Y las tienen como voces silenciosas
Que les aprueban a los pasos
De su danza austera y malsana.
Pobrecito de él,
Él que busca esconder
Las manos sucias por la sangre
De sus queridos hermanos
Y se olvida de que su cara
Se ha tornado melancólica,
Desafortunadamente melancólica.
(escrito nos anos de faculdade – reelaborado em 2009)