LO MÁS PERFECTO AMOR
Cuando anduve entre flores
Oliendo lo más seductor perfume de las rosas
Al placer del frescor del viento sur
Cuando el mundo abría sus dientes cándidos como la leche
Y sonreía con gracia a mi favor
De contente y radiante te amé
Pero un día sopló del desierto
El calor del vento levante
Y llegando desplumó el orvallo del campo
Secando las rosas
Que de desmayadas caían inanes al suelo
Y llevadas por el viento se trasladaron al mar.
El calor humeante del sol
Saqueó la belleza del campo
Y entorpeció la sonrisa de la boca
Y los dientes se enlutaron en las encías
Las heridas profundas hablaron más fuerte
Y yo, herido de muerte,
Aunque así te amé
Por todo ello, sé que hoy
Si acaso el levante se va
Y el frescor vuelve al campo remozando las flores
Si el orvallo darse prisa
Trayendo la sonrisa a los labios
O si, por lo contrario,
El sol del desierto quemar toda la esperanza,
O si bien las puertas del cielo encierran los vientos
La vida disimule la paz que trae consigo
Y rompa las heridas del alma
Aunque así, Señor, te amaré.
(Espanha, 29.08.00)