Romance de la paloma
La blanca paloma
volaba en los aires,
en una oscura noche
de mil soledades
y la luna brillando
empezó a mirarle
y en un gesto afectivo
comenzó a llamarle:
- Donde vas, chiquita,
así volando sin nadie?
- Vuelo porque quiero
yo sola contemplarte.
- No seas tonta, te digo,
que podrás arriesgarte.
- No me interesa esto
des’que pueda mirarte.
- Pero es fría la noche,
querrás tu congelarte?
- La luz tuya me calienta,
no hay que preocuparse.
- No seas tu tan torpe
el vuelo puede cansarte
- Por mi volaría mas alto,
donde pueda abrazarte.
- No seas tan convencida
no podrás tu tocarme.
- Pero puedo admirarte
ni que sea un instante?
- Vete ahora a tu nido,
no me hagas preocuparme?
- Por que te afliges conmigo
si yo soy solo nadie?
- Aquí me siento solita
sin nadie que me hable
pero esta tu compañía
me hace angustiarme
porque si mueres cansada
no podré yo ayudarte.
- Pero quiero estar un poco,
solo pa’ acompañarte.
- Vete dormir, paloma amiga
que es lo mejor que haces,
déjame aquí brillando sola
para que pueda calentarte.