DERRADEIRA / POSTRERA (bilingüe)

Quando eu morrer,

quero uma viola chorona

chorando

um cantochão brasileiro.

Quando eu morrer,

no último fio do alambrado

dos largos bretes da amizade,

haja um chumaço de lã

desse gadito alçado

do mundo das idéias.

Quando eu morrer,

na voz do cantador

haja um pouco da terra

e do choro do meu povo.

Quando eu morrer,

que fique por fazer tanta coisa,

que o meu nome

seja cinza no borralho.

E após a morte,

a cada inverno nevoento,

saibam os poetas

que, na voz do vento,

restará um gemido de ausência.

E nos verões,

quando um garanhão tobiano

embuçalar a emoção,

mordam o freio, meus irmãos,

nesta mangueira de sal,

e na areia da sanga

risquem um grande coração

do tamanho do outono.

E no lusco-fusco da tarde,

quando o gado deitar de lado

para esperar o orvalho,

eu estarei por ali,

nas raízes do pasto verde.

E nas tertúlias, fogo de chão,

entre o sangue da picanha

e a graxa da costela,

por certo estará a vida,

líquida, sobre o braseiro,

labaredas subindo e descendo,

no fogo-fátuo

dos rituais da saudade.

– do livro O EU APRISIONADO. Porto Alegre: ed. Alcance, 1986.

POSTRERA

Joaquim Moncks

Cuando yo muera,

quiero una guitarra llorona

llorando

una cantilena brasileña.

Cuando yo muera,

en el último hilo del alambrado

de los anchos bretes de la amistad,

haya un ovillo de lana

de ese ganadito alzado

del mundo de las ideas.

Cuando yo muera,

que en la voz del cantador

haya un poco de la tierra

y del llanto de mi pueblo.

Cuando yo muera,

que no quede por hacer tanta cosa,

que mi nombre

sea ceniza en el borrajo.

Y después de la muerte,

en cada brumoso invierno,

sepan los poetas

que en la voz del viento,

restará un gemido de ausencia.

Y en los veranos,

cuando un garañón tobiano

embozalar la emoción,

muerdan el freno, mis hermanos,

en esta manguera de sal,

y en la arena de la zanja

dibujen un gran corazón

del tamaño del otoño.

Y en la hora crepuscular,

cuando el ganado se acueste de lado

a esperar el rocío,

yo estaré por allí,

en las raíces del pasto verde.

Y en las tertulias, junto a la hoguera,

entre la sangre del lomillo

y la grasa de la costilla,

por descontado estará la vida,

líquida sobre el brasero,

llamaradas subiendo y bajando,

en el fuego fatuo

de los rituales de la añoranza.

– Traducción: Lina Zerón, de México, editora y poeta, y adaptado por Evaristo Iglesias, de raíces gallegas, residente en Brasil.