El pasado
No hablamos como antes.
Cada uno permanece de incógnito para el otro.
No dejarse saber no es como un libro cerrado - el misterio por desentrañar -
Quita el encanto de nosotros
todavia no decantados,
licuados en nuestro imán…
salvados, fríos, detenidos en el caparazón de alguien que conoce el dolor de perder. ¿Perderse?
Casi gusanos, nos alimentamos del pasado.
Día tras día los recuerdos nos están carcomiendo.