Frágilmente
¡Oh, locura! Lágrima oscura sin sentido
que rueda por esta pálida mejilla
de muerte herida.
La frágil vida se curó de espanto
y en los pasillos tristes
la tristeza es canto.
Y vuelve su voz en cada sitio,
de tanto en tanto,
y en cada verso levanto
mi tránsito diario.
¿Quién dijo que el tiempo
aleja la pena y el llanto?
¡Oh, locura!
Poema extraviado
en el cuarto desolado
donde alojan los recuerdos
ocultos del pasado.
¡Oh, señor mío!
mi corazón se ha fugado.
Cuando el sol me amanece
mi cuerpo está vivo,
respiro... y exhalo.