¿Te das cuenta?

¿Te das cuenta de los sucesos del mundo en este momento? A ver, ¡no seamos pendejos! Lo que vivimos es real. Es óbvio. Es inolvidable. ¡No seamos imbéciles!

Estamos delante una enfermedad que está matando por el mundo sin color, sin etnia, sin dinero. A ver, no seamos pendejos, ¡coño! ¿Te das cuenta que en verdad los resultados pueden ser diferentes en relación a la etnia, color, al dinero? Sí, óbvio que sí. ¡No seamos imbéciles, coño! La enfermedad no elige uno por el color, por la etnia, por el dinero. Eso no. Pero, ¡no seamos imbéciles! La verdad es que en relación a la muerte, a la pérdida, los adinerados, que obviamente son racialmente blancos, en la mayoría, serán los que más podrán salir de esta enfermedad. Los pobres, sustancialmente negros, son los que serán sepultados en un agujero cualquiera. Eso si podemos imaginar que son puestos en un agujero. No seamos imbéciles, ¡carajo! Sino, quizá, puestos a los buitres hambrientos que no saben lo que estas personas han pasado, han vivido, han sufrido, han llorado, han aguantado vivir con unos cuantos míseros reales... ¡Qué injusticia. ¿Dónde se encuentra la paz deseada por nosotros? ¿Será que hasta ante la muerte los agraviados no tienen una oportunidad? No han buscado a Dios- justificarán-...Como siempre... No seamos imbéciles...

¿Te das cuenta de lo que pasa en el mundo? ¿O quizá, en verdad, somos imbéciles?