De rodillas
Pido perdón a ti, ¡ Oh Dios, por las faltas que tengo en mi corazón!
Solamente a ti, ¡ Oh Señor, entrego mi alma!
Mismo que para ti, ya no valga más nada.
Mismo que mis pecados no sean ni perdonados ni borrados del libro de la vida.
¡ A ti, oh Dios mío, perdóname mis maldades que tengo en mis pensamientos, porque no son pocas, ya lo sé, que Tú no las has olvidado.
Solamente quiero que Tú, ¡ Oh Dios, estea a mi lado !
Julgame con tu sabiduría, si necesario echame en el más fondo del infierno, pero no me dejes sufrí, en el fuego eterno.
Salvame, ¡Oh Dios , a este tu mísero siervo y conduzcalo al Cielo!