PADRE NUESTRO 1 (ACALANTO PURO)

¡Padre nuestro, que estás en los cielos!

¡Padre querido, que cuida de nosotros!

¡Padre bondadoso, y Dios justo!

¡Padre amoroso, y Dios inmaculado!

¡Padre de amor, nuestro Señor compasivo!

Santificado sea tu nombre.

Bendito Rey de los reyes.

Bendito Dios de dulzura y paz.

Santificado en majestad y luz.

Santificado y redentor victorioso.

Bendito eres, bendito en la eternidad.

Santificado en poder y paz.

Venga tu Reino;

Venga tu gracia;

Que nos acompañe tu misericordia;

Venga Señor eterno tu Santidad;

Venga tu mansedumbre y justicia en nosotros;

Señor Eterno que venga tu felicidad;

Que venga mi Señor tu Purísima compasión;

Se haga tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.

Se haga en nosotros la santidad en la gracia iluminadora.

Se nos haga obedecer en rectitud y favor.

Se haga en nosotros el justo deber de ser agradecidos a Ti.

Se hace Papá del Cielo las alegrías de tu corazón.

Se haga Papá del Cielo las alegrías de tu Espíritu.

Se haga en nosotros la santidad de tu Santidad.

Sea hecha en nosotros el necesitar de ti.

Se haga tu justa bondad, pues uno solo es bueno.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Danos hoy siempre tu compañía en mi vida.

Danos siempre el poder y el coraje de tu gloria.

Danos por tu amor mi Dios tu Verdad.

Sólo hoy nos da la verdad revelada de tu Palabra.

Sólo hoy y eternamente quiero amarte con humildad.

Danos hoy Señor tu misericordia que restaura.

Danos hoy con paz y amor tu gracia que hace vivir.

Perdona nuestras deudas,

Perdona nuestras murmuraciones,

Perdona nuestras ingratitudes,

Perdón nuestras guerras,

Perdón nuestras indiferencias,

Perdona nuestras amarguras,

Perdona nuestros egoísmos,

Perdona nuestras violencias,

Perdona nuestras rivalidades,

Perdona nuestras omisiones,

Perdona nuestras deudas de hermanos,

Perdón nuestras faltas de caridad,

Perdona nuestras intrigas,

Nos perdona incluso nosotros no siendo merecedores,

Así como perdonamos a nuestros deudores.

Así como el Señor nos perdonó desde la eternidad.

Y no nos dejes caer en la tentación,

Y no nos deje caer en trampas del mal,

Y no nos dejes creer en mentiras,

Y no nos deje caer en la falta de fe,

Y no nos deje caer en las tinieblas del pecado,

Y no nos deje caer en las trampas de Satan,

Y no nos dejes caer en el mundo,

Y no nos deje caer en la depravación,

Y no nos deje caer en las llagas podridas del odio,

Y no nos deje caer en las angustias de la desobediencia,

Y no nos dejes caer en la lujuria del desamor de la carne,

pero líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, mi alma, cuerpo y espíritu, tuyo es el Poder, y la Gloria para siempre. Que así sea.

Alabanzas, cánticos, clamores, bendiciones, alegrías y Santas exaltaciones. Amén. Adonai a mi Dios.

¡Que haya paz en Israel!

Francesco Acácio
Enviado por Francesco Acácio em 25/11/2017
Código do texto: T6182144
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