REPORTAJE A MARÍA PETRONILHO

Deambulando entre recuerdos de claveles rojos con aroma de libertad, cuadernos escolares con autodefiniciones, contándonos su historia entre malos recuerdos y crecimiento acelerado, y acercándonos a su esencia de escritora comprometida con su palabra y con su acción, la poeta portuguesa Maria Petronilho refleja en esta entrevista el alma de su tierra, cantada con la verdad de su vívido acento y enmarcada por el canto de su obra.




ALBERTO PEYRANO.- Maria, cuándo comenzaste a escribir poesía?
MARIA PETRONILHO.- Recuerdo que en la escuela me decían "poeta" y yo me quedaba muy enojada.... En el primer cuaderno de mi infancia, con poemas que pude reunir (ese cuaderno lleva como título "La Princesita de la Nada y su Bouquet de Tristezas") encontré las respuestas que di a mis compañeritas cuando me llamaban así:
"Si un poeta es un ser que sufre
un ser que ama
un ser que siente,
alguien para quien vivir
es entender el mundo
y ayudar a transformarlo
en un cielo, lugar ideal,
entonces sí, estáis en lo cierto
cuando me llamáis poeta". (1)

AP.- Eras muy niña aún!
MP.- ... Que edad tendría?! No sé de fechas ni de cuantos millares de poemas me quedan de aquella época.

AP.- ¿Cómo fue tu infancia?
MP.- Crecí en casa de parientes porque "quedaba bien", ya que "parecía mal" enviar a la huérfana a un asilo, siendo que tenía padre, abuelos, tíos y tías con holgura y fortuna.

AP.- ¿Huérfana?
MP.- Es un infortunio haber perdido a Mamá a los seis años y que nadie haya tomado en cuenta a esa niña a la que le faltó el único amparo que tuvo en su vida.

AP.- Tal vez la falta de tu madre te inclinó hacia la Poesía...
MP.- Tal vez por eso, y porque mi abuelo Petronilho dejó la casa llena de libros (ellos fueron un amor cultivado por mi madre que, inválida debido a su enfermedad cardíaca, leía en voz alta). La presencia de mi madre bastaba... cuando ella faltó, quedaron sólo los libros, los papeles, las lapiceras de madera con plumas de acero y los tinteros...

AP.- Y asi comenzaste...
MP.- Escribiendo me sentía cerca del ángel que estaría mirándome detrás de las nubes.
"Oh madre, qué pena tengo
por haberte desobedecido
perdóname allá en el cielo
que muy buena quiero ser" (2)

AP.- ¿Cuáles han sido tus autores preferidos a lo largo del tiempo?
MP.- Leía todo lo que caía en mis manos... Y había de todo en la biblioteca de mi abuelo, desde teatro a poesía. Antes de ir a la escuela ya había leído toda la obra de Bocage, y recuerdo, con una íntima sonrisa, algunas escenas de la obra: “La Vecina de al Lado” de Brun do Canto.

AP.- ¿Hubo algún autor con el cuál te hayas identificado más?
MP.- Tuve mucha suerte pues sucedió que leí los libros justos para cada edad (en la edad en que ya tenía conciencia de la importancia de la lectura). Cuando me gusta un escritor procuro leer toda su obra y también su biografía. Mi adolescencia fue enriquecida por la mejor literatura de todas las épocas, desde los clásicos hasta los modernos filósofos. Yo tenía una sed inmensa por aprender... y hasta parecía que Ariadna me había dado un hilo que me guiaba por el mundo literario. Por eso me considero muy afortunada: lo que aprendí en los libros fueron la base sólida de mi pensamiento y de mi modo de ser y de estar en la vida.

AP.- ¿Hubo alguna obra literaria que produjo cambios en ti?
MP.- Muchas. Pero una de ellas requiere que cuente un hecho muy importante para mí en aquella época: educada en el estricto rigor del catolicismo tuve, a los trece años, una terrible crisis de conciencia religiosa. Fue un tiempo de enorme sufrimiento espiritual, al que resolví asentando algunas ideas. Y entonces, como por un milagro, leí “Como veo al mundo” de Eistein: allí estaban mis conclusiones. ¡El alivio fue indescriptible!

AP.- En cuantas ciudades has vivido?
MP.- Siendo huérfana y creciendo de casa en casa, pasé por muchos lugares: Lisboa, donde nací. Monsanto, una aldea medieval, agreste, donde tuve que permanecer hasta cumplir los diez años. Y luego vine para Almada, donde hoy vivo.

AP.- Cuéntame sobre esta ciudad de Almada.
MP.- Almada es una ciudad morisca, en la margen izquierda del Tajo. Es una ciudad satélite de Lisboa y fue uno de los mayores núcleos de la resistencia al régimen dictatorial de Salazar, cuando estaba rodeada de barrios de emergencia más tarde desaparecidos.

AP.- Y fue aquí que estudiaste?
MP.- Aquí estudié y, tanto lo que veía y me sublevaba como lo que se decía a pesar de la censura, temprano me llevó a un empeño en la lucha por la democracia y por la justicia en mi país. Terminado el liceo, y porque el odio de mi padre no propiciaba que yo continuase los estudios como tanto deseaba y ninguna razón concreta lo impedía, resolví que la solución sería encontrar un trabajo, dejar aquella casa y enfrentar la vida.

AP.- Comenzaste a trabajar desde temprano...
MP.- Mi primer empleo fue en el "Diario de Noticias", pero mi padre resolvió una vez más cortarme las alas y hacerme regresar a la esclavitud del trabajo doméstico. Sin desistir, continué buscando dónde ganar mi pan, organizar mi futuro. Así fue que, en una oportunidad, estando en el correo para enviar una carta, levanté los ojos y vi un anuncio donde decía que estaba abierto un concurso para la admisión de empleados. Me inscribí y así fue que me quedé allí, por casi veinticinco años, hasta que por tanta lucha mi corazón se resintió.

AP.- Estabas en Almada o en Lisboa durante la Revolución?
MP.- En la época de la Revolución de los Claveles, yo trabajaba en la Agencia de Correos de la Plaza Luis de Camões, el alma de mi Lisboa. Había dejado aquella casa sombría y vivía ahora en un hogar que el Correo tenía en la calle Castillo, donde se alojaban chicas venidas de las provincias, y allí me dieron hospedaje. En la madrugada del 25 de abril de aquel año, me desperté escuchando el comunicado por la radio... salté de la cama, llamé a una fiel amiga de la izquierda y nos fuimos a la calle!

AP.- La Revolución de los Claveles Rojos! Todo un ejemplo de cómo un pueblo puede recobrar su canto y su libertad. Como fue, María?
MP.- Así como mi amiga y yo, la mayor parte del pueblo oprimido de Lisboa sentimos una bocanada de aire fresco, aspiramos hondo y nos atrevimos a respirar... las floristas que llevaban las flores para vender en la Plaza del Rosio, vieron las calles plagadas de tanques, soldados armados en todas las esquinas... y comenzaron a distribuír flores entre las tropas y se las colocaban en los cañones de sus fusiles... De las casas venían madres de familia, con sandwiches y cacerolas llenas de comida porque "los soldados son hijos del pueblo".... Fue con ese espíritu que, entre la población humilde como yo, la Revolución se llevó a cabo.

AP.- Tu poesía reflejó ese momento?
MP.- Ah, sí. Mi poesía reflejó el antes, el ahora y el después! Antes, en la fase más productiva de mis escritos, estaba en contacto con muchos opositores al régimen y escribía poemas de protesta, que viajaban escondidos hasta Argelia, donde Manuel Alegre los leía en la Radio Voz da Liberdade.

AP.- Recuerdas algunos versos transmitidos por la radio?
Sí, claro. Recuerdo por ejemplo, éste:
Vamos a la calle a cantar
la dura canción de protesta
con banderas blancas de paz
y estandartes rojos de amor
vamos a escondernos de los perros
detrás de los rosales en flor (3)

O este otro:
Embriágate de sueño
de verdad y poesía
y ven conmigo a la calle
ven!
Vamos a exigir justicia
vamos a pedir el pan
para los hambrientos
y resucitar a los muertos
en vida.
Ven!
Hay gente muriendo
cada día
y todos esperan por ti
Ven! (4)

AP.-¿Los focos de resistencia se daban sólo aquí en Portugal o también hubo activistas en el exterior o en el exilio?
MP.- Los más conocidos estaban en el exilio. Y había muchos muchachos que rechazando, por elección de conciencia, participar en la guerra colonial, desertaban. Y allí estaban, después de de haber conseguido huír de la prisión, Alvaro Cunhal, el jefe del partido comunista; Mário Soares, el jefe del partido socialista. Eran éstos los únicos partidos políticos organizados. Había también focos de anti-fascistas en Argelia, donde Manuel Alegre mantenía la radio “Voz da Liberdade”. Con él estaban amigos que me son muy queridos. No puedo dejar de citar a los hermanos Ruella: Afonso, médico en el exilio, y Fernando, mi padre espiritual. Y la tia Quicas, ella era el correo entre aquí y allá, arriesgando siempre la vida.

AP.- ¿Tu poesía fue siempre revolucionaria o mudó hacia otra expresión?
MP.- Siempre hubo en mi poesía, como en mi vida, una enorme preocupación por la justicia (o más: por la injusticia) social, inevitablemente ligada a la política. Pero siendo la poesía el reflejo de mi existencia, pasa todo por ella: el amor a mi país, a mi condición de mujer, de trabajadora, sobre todo a mi condición de ciudadana del mundo, ansiosa por ver triunfar la paz.

AP.- ¿Triunfó o fracasó la Revolución?
MP.- La Revolución triunfó sí! Vivíamos una situación desesperada: la guerra colonial, que nos avergonzaba; uma miseria inconcebible en pleno siglo veinte; nuestros jóvenes tenían sus vidas cortadas; la censura nos amordaza; la tortura, el asesinato, la ausencia de los mínimos derechos de la ciudadanía... La obligación de firmar “por el bien de la nación” las ideas del dictador en todos los documentos, hasta hoy me corroe de indignación. Portugal atraviesa ahora la peor crisis económico-social de los últimos anos. Pero es inconcebible pensar que tal situación se mantenga! Permíteme decir que “ Todo vale la pena, si el alma no es pequeña”, como dijo Fernando Pessoa.

AP.- Entonces, hablemos del “después”, María.
MP.- El después es ahora. El gobierno, que en lugar de gobernar "para" el Pueblo, gobierna "al" pueblo, retira las asignaciones a la cultura y a la salud... destruye las bases de una sociedad que mal subsiste.

AP.- Es un panorama un tanto sombrío para los poetas portugueses esta época que les toca vivir...
MP.- Los poetas, en mi tierra, cantan en la oscuridad, como los grillos bajo los parrales... pero ¡cómo cantan!

AP.- ¿Son editados los poetas contemporáneos en Portugal?
MP.- Si los que son conocidos no fueron nunca más editados... cómo se van a editar poemas de aquellos cuyos libros permanecen en el fondo de sus cajones?!

AP.- ¿Has escrito prosa? ¿Cuento, novela?
MP.- Sí, escribo cuentos de vez en cuando. Sobre todo, relatos que retratan las costumbres rurales que observé en aquellos pocos y tiernos años que viví en provincias. Escribo sobre nuestro pueblo, que sufre manteniendo la dignidad. Me gusta también escribir para los niños.

AP.- ¿Qué opinas de la Internet?
MP.- Con el desarrollo de las comunicaciones, las ideas se van diseminando. Es por aquí que caminamos amparándonos, sin que perdamos la esperanza de que pueda cambiar la situación y la corriente, que existe pero está sumergida, y que esa corriente surja de lo incógnito y navegue a los poetas portugueses por el mundo!

AP.- Como te definirías como poeta, en un breve perfil?
MP.- Como poeta portuguesa, vivo del patriotismo, que es lo que realmente queda aquí! Y de la amistad, que gracias a Dios no me falta. Y vivo agitando las aguas para que el limo no corroa la barca en la que un día navegarán nuestras palabras fraternas y solidarias.

AP.- Has publicado María?
MP.- Si es que tengo publicado algunos poemas, ha sido gracias a la generosidad de los amigos.

AP.- ¿Qué consejos le darías a los poetas que recién comienzan sus primeros pasos?
MP.- Que se empeñen y resistan! “La palabra es un arma”, dice Manuel Alegre. “Ellos no saben ni sueñan / que el sueño manda a la vida / y que siempre que el Hombre sueña / el mundo empuja y avanza”, dice António Gedeão.

AP.- No podemos cerrar esta nota sin un poema tuyo. Cuál nos dejas?
MP.- "Quién soy yo"

AP.- Muchas gracias María por esta valiosa colaboración para mi columna.


QUIEN SOY YO
Por Maria Petronilho

Mujer. Nací mujer,
y mi padre no me pudo sofocar.
Grité - fue sólo la primera piedra
en la calzada de la desobediencia.
A la deriva me crié a la deriva, sin un freno para el sueño.
Me prendían, me soltaban
Me soltaban, y yo era mansa paloma.
Por caridad
pasé hambre, abandonada,
de casa en casa,
-y tanta hartura malgastada!,
pues no hay quien me quiera, niña
pidiendo teniendo tanto, penando teniendo nada....
Me crié, criada de la criada
que "trajeron para mí"....

No importa!
"soy encantada princesa,
tengo cuerda para rato..."
día tras día aguardaba
mas nadie me rescataba,
ni padre ni príncipe ni hada!

Me hice mujer, siempre odiada.
Y fui el tambor de la fiesta.
Campamento forzado en una casa
que todo parecía, menos lo que era:
Unos discutiendo con los otros.
Y yo sirviendo a todos
aliviándoles las broncas del trabajo
y las rabias, de una vez.

Peor, yo osaba pensar
Y era revolucionaria.
Miraba el horror y lo negaba.
Dentro de mí el asco me abrumaba.

La bestia de carga se desdijo:
Estudiar... ay, no puedo!
Preciso un empleo, si de aquí con vida quiero salir!

Del coraje abrí la puerta y hablé!

Abrí la puerta de la jaula de los locos
y sin nada huí.

- nada! - mala memoria!

"No sirve una mujer que piensa!
"un hombre, no vale nada sin la riqueza"
- pues, fue con lo más odiado por mi padre
con quien me casé!

Él hizo de mí bestia, con cuernos y de carga.
Sufrí y callé hasta decir - BASTA!

Con una hija de la mano iba caminando
y tras de mí mis maletas
hasta que exhausta caí.

Con todas las fuerzas otra vez me erguí.

A la hija, criada en su vida instalé.

Es pecado, para una mujer, amar, bien lo sé,
pero yo quise y se dio, sí!
Y amé, y amé
Hasta descubrir que una farsa yo vivía!

Mi padre murió y fui yo quien lo enterró
Mi padre desheredóme y yo hice honores a la desheredad.

Qué pena
que no me haya
desheredado
de las zurras y malos tratos que pasé!

A oscuras me iluminé.
En invierno ando en la sombra.
En verano soporto el sol.
Sufro en vida todos los dolores
de sal y de soledad
del silencio, de los otros la insolencia,
de las fuerzas que me faltan
del trago amargo
del inútil sacrificio.

Mas tengo una estrella acá adentro
que nadie podrá apagar!
Y tengo nervios de acero
que nadie habrá de torcer!
Y más: un coraje de oro
que me viene acompañando
-y es ése mi tesoro,
que nadie puede robar,
que la intemperie no cambia,
que está infiltrado en mi sangre,
Nadie lo podrá quitar
ni aun muerta, con mi sangre coagulada!
Y tengo una estrella por vela!
Y tengo un alto soñar,
se es mejor pobre y honrada
que tener tanto y nada dar!

Hice rimas con mi vida:
que las recojan las olas,
pues ya no puedo ir al mar.
Que las quemen en la pira
adonde me han de quemar.
Que en mi ataúd las encierren
Para tener compañía
que tanto luché tan sola
y nadie me da valor. (5)




OBRA LITERARIA DE MARIA PETRONILHO

ANTOLOGÍAS
- Participación en varias antologías POESIS, Editora Minerva, Lisboa
- Colectânea DA INCERTEZA (poesia a catorze), Editora Minerva, Lisboa
- Altologia TEMPO DE POESIA, Editora Novas Letras, S. Paulo, Brasil
- Antologia PALAVRAS DE SAFO, Editora Novas Letras, S. Paulo, Brasil
- Antologia A ÁRVORE DA VIDA (por 5ª classificación en concurso, entre 1351 trabajos de 11 países), Editora Arnaldo Giraldo,S. Paulo, Brasil
- Antologia PALAVRAS AZUIS (II), ( Sindicato de Escritores de Blumenau) Brasil,
- Antologia POESIA SÓ POESIA, Editora Novas Letras, S. Paulo, Brasil
- Antologia Tertúlia na Era de Aquárius (Grupo Luna e Amigos) Editora Espaço do Autor, Santos, SP Brasil
- 1ª Antologia Poética (Edição Histórica)da Academia Virtual Brasileira de Letras Editora AVBL, Baururu, Brasil

E-BOOKS
Participación en varias antologías y colecciones virtuales, de poesía y de prosa.
- O CLARO INTERIOR
- DA ALMA QUE CANTA (bv@bibliotecasvirtuais.com.br)
- MARIA PETRONILHO DE A a Z (www.notivaga.com)
- SONHO QUE NOS LEVA, O SOL QUE VENHA, MÍSERAS_MÃOS, Autoras: Maria Petronilho y Maria Thereza Neves
- AO TEMPO E AO VENTO 20 cuentos de Maria Petronilho http://www.mariapetronilho.ebooknet.com.br

BLOGS
- ASA DE MAR (poesia) http://blogmaria.blogspot.com/
- VOU-TE CONTAR (prosa) http://vou-tecontar.blogspot.com

PAGINAS WEB PERSONALES
- http://www.mariapetronilho.com
- www.mariapetronilho.avbl.com.br





POEMAS Y FRAGMENTOS DE POEMAS DE MARIA PETRONILHO TRADUCIDOS EN ESTA NOTA, EN SU VERSION ORIGINAL EN PORTUGUÉS

(1)
se um poeta é um ser que sofre,
um ser que ama,
um ser que sente.
alguém para quem viver
é entender o mundo
e ajudar a transformá-lo
num céu, lugar ideal
então sim, sois verdadeiros
quando me chamais poeta.

(2)
"ó mãe, que pena eu tenho
de às vezes desobedecer
perdoa-me lá no céu
que muito boa quero ser"

(3)
vamos pra rua cantar
a dura canção da revolta,
com bandeiras brancas de paz
e estandartes vermelhos de amor
vamos esconder-nos dos cães
atrás de roseiras em flor

(4)
Embriaga-te de sonho
de verdade e poesia
e vem comigo prá rua
vem!
Vamos exigir justiça
vamos pedir pão
para os famintos
e ressuscitar os mortos
em vida.
vem!
há gente a morrer
cada dia
e todos esperam por ti
vem!

(5)
Quem sou eu

Mulher. Nasci mulher,
e meu pai não me pôde afogar.
Berrei - e foi só a primeira pedra
na calçada da desobediência.
Criei-me à deriva, sem freio no sonho.
Prendiam-me, e era solta
Soltavam-me, e era mansa pomba.
Por caridade
passei fome, ao desleixo,
de casa em casa,
- e tanta fartura esbanjada!,
mas não há quem me queira , criança
a pedir tendo tanto, a penar tendo nada....
Criei-me, criada da criada
que "trouxeram para mim"....

Não importa!
"sou uma princesa encantada,
vou pra longe..."
dia após dia aguardava
mas ninguém que me resgatava, mas
nem pai, nem príncipe, nem fada!

Fiz-me mulher, sempre odiada.
Fui tambor da festa.
Arraial de pancada numa casa
que parecia tudo, menos o que era:
Uns a discutir com os outros.
Eu a servir todos
aliviando-lhes os braças do trabalho
e a raiva, de pancada.

Pior, eu ousava pensar
E era revolucionária.
Olhava o horror e o negava.
Dentro de mim o nojo enjoava.

A besta de carga arrepiou caminho:
Estudar... ai, não posso!
Preciso um emprego, se quero sair viva daqui!

Abri a porta da coragem e falei!

Abri a porta da gaiola de doidos
e abalei sem nada.

- nada! - má memória!

"Uma mulher que pensa não presta!
"um homem sem riqueza não vale nada"
- pois foi com o mais odiado por meu pai
que eu casei!

Ele fez de mim besta, com cornos e de carga.
Sofri e calei até dizer - BASTA!

Com uma filha pela mão ia caminhando
e todas as maleitas me iam seguindo
até cair, de exausta.

Com todas as forças me reergui.

A filha criada na sua vida instalei.

É pecado uma mulher amar, bem sei,
mas eu quis e foi, sim!
E amei, e amei
Até se descobrir que vivia uma farsa!

Meu pai morreu e fui eu que o enterrei
Meu pai deserdou-me e eu fiz as honras da deserança.

Pena
que não me tenha
deserdado
das sovas e maus tratos que passei!

Às escuras me alumiei.
No inverno vou na sombra.
No verão suporto o sol.
Curtem-me a vida todas dores
de sal, de solidão
de silêncio, da insolência dos outros
das forças que me faltam
do tostão amargo
do sacrifício vão.

Mas tenho uma estrela cá dentro
que ninguém há-de apagar!
Mas tenho uns nervos de aço
que ninguém há-de torcer!
Mas tenho uma coragem de ouro
que me vem a acompanhar
- e é esse o meu tesouro,
que ninguém pode roubar,
que as intempéries não mudam,
que está infiltrado em meu sangue
ninguém mo pode tirar
mesmo morta, quando o sangue coalhar!
E tenho uma estrela por vela!
E tenho um alto sonhar,
de que mais vale pobre e honrada
que ter tanto e nada dar!

Fiz rimas com a minha vida:
que as venham buscar as ondas,
que eu já não posso ir ao mar.
Que as façam arder na pira
onde me hã-de queimar.
Que as cerrem no meu caixão
Para ter enfim companhia
que tanto lutei sozinha
e ninguém me dá valor.


Por Alberto Peyrano
http://www.albertopeyrano.com.ar
Publicado Jueves 12 de Mayo de 2005

http://www.astrolabio.net/expresiones/articulos/111587516893026.html