JAMES MARÇAL – JAMES BAND – EL GRAN MÚSICO BRASILEÑO EXPULSADO DE CURITIBA - PR - BRASIL
Ese día, el cielo estaba oscuro, luego se nubló. Estaba en la vereda de la Rua XV de Novembro en Curitiba, y de repente escuché una voz y una guitarra tocando Wicked Game de Chris Isaak, traté de averiguar dónde estaba tocando el músico James Marçal o James Band. Pronto, estuve presente con cientos de otras personas que vieron el espectáculo en la acera de la Rua XV de Novembro.
Después de una semana, regresé al lugar, me acerqué a un puesto de periódicos y le pregunté al vendedor de periódicos.
- ¿Me puedes decir dónde toca el músico James Marçal?
El vendedor de periódicos respondió a la niña.
- El músico James Band se ha ido. ¡No lo sabías! Bueno, los inspectores municipales, un promedio de unos 12 hombres, expulsaron al músico de aquí en la Rua XV de Novembro.
- No creo. Eso no es verdad.
Dijo la chica.
-Es verdad, niña. Yo estaba aquí en el banco. Y llegaron los inspectores en una camioneta del ayuntamiento. Se acercaron al show de James Marçal, desconectaron los cables del parlante y la guitarra. Y le dijeron a la James Band que recogerían todo el material y lo llevarían al ayuntamiento, además de la multa.
El periodista respondió con la cabeza baja:
-¿Quién está loco por pelear con el inspector? A nadie le gustó y solo esperó a que James Band tomara la guitarra y tocara para ellos. Aun así, los inspectores intentaron quitarle la guitarra de manos al músico James Band, alegando que interfería con el comercio, el malecón, la plaza, los bares, los músicos y las bandas en general.
-¿Y cómo estuvo señor? ¡Dime por favor!
-James Band les dijo que nunca molestaba a nadie con su música. Habló sobre su derecho a jugar al aire libre y gratis al público. Y eso nunca perjudicó a la Constitución del país. Sin embargo, dijo que no hubo respeto y mucho menos consideración por el músico. Hablaba mucho de la Orden de los Músicos y de que él no hacía nada. Y finalmente, no pidió a nadie que tomara posesión o transportara su material al camión. Y que él mismo se iría.
-¿Pasó todo esto, señor? ¿Y nadie hizo nada?
-Sí. Ocurrió. Muy triste y sin decir nada, James Band miró su guitarra y parlantes, bajando la cabeza por un largo rato. Mira niña, fue muy triste todo lo que pasó. A mí mismo no me gustó la actitud de los inspectores al expulsar de la calle al músico de Curitiba. Echaron al músico como si fuera un perro. No me gustó, y todavía estoy molesto por todo.
-Señor, créame. James Marçal es un músico completo y extraordinario, nunca necesitó músicos con él. Santiago jugaba solo y con Dios. Imitaba a todos los artistas de todo el mundo, su guitarra solo necesitaba hablar, porque tocaba muy, muy bien. Y James Marçal cantaba y hablaba con fluidez en varios idiomas.
- Entiendo niña. Pero lo observé todo, y vi con mis propios ojos que el inspector tomaba la colección en efectivo del cantante y la escondía en sus pantalones. Estaba molesto y muy enojado. Una gran falta de vergüenza y respeto por la calle y el músico brasileño. Para mí el inspector es un ladrón.
La emoción es tan gigantesca que llega a los ojos de la niña. Y el vendedor de periódicos dice con emoción.
-¡Por favor! ¡No llores! Chica, no llores ¡Por favor!
Llorando dice:
-Señor, nunca veré a mi músico aquí en el malecón de la Rua XV de Novembro tocando la canción Wicked Game de Chris Isaak. Tocaba y cantaba como Chris Isaak. James es un fantástico músico brasileño. De hecho, sufriré mucho por esto. Sé que todo esto le partió el corazón a James Marçal, al igual que al mío.
La chica volvió a preguntar con insistencia;
-Señor, dígame adónde se fue James Marçal, por favor. Por última vez, te lo ruego.
- Todo es verdad. Pero Marçal debería ser contratado por una banda de nivel internacional. No hay dinero para pagar un espectáculo de James Marçal. Pero yo no iría a ciertos espectáculos de cantantes brasileños que no valen un centavo. Estos son los tipos a los que mira la televisión ya los que el gobierno les presta atención. El tipo tiene actuación, tiene interpretación de sobra.
Dijo el periodista.
-¡No llores por favor! Te traeré un poco de agua del bar. ¡Me espera!
-Sí, espero.
El vendedor de periódicos le dijo a la niña: -Toma el agua. Te diré una verdad. Incluso el ex-Beathe John Lennon conoce la vida del músico brasileño James Marçal. A John Lennon le gustó tanto que lo publicó en su Facebook. Vea el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=rJF_osYiDOY&fbclid=IwAR1aMCmk3ocfjBSkm-_NXChjRr9vYOfSbW-Skx3u4nkq0vR_rmYlz4gjkRY
Dijo el periodista.
-Él interpretando la canción Stand by me, uno de los mayores éxitos de la carrera en solitario de John Lennon. Estaba súper feliz con esta noticia. ¿No lo sabías? Abre tu facebook en casa rápido. Y vea a nuestro ídolo en la página de inicio de John Lennon.
Sorprendida la niña, dijo:
- Todo esto me hace feliz, en casa abriré este enlace. ¿Sabes que James Marçal es músico desde los 8 años?
- Sí, lo sé. Y a los 15 años, con ganas de cambiar de vida, compró su primera guitarra con un chico de oficina.
Entonces la niña se despide del vendedor de periódicos.
- Muchas gracias por todo. Estoy feliz por todo esto, incluso John Lennon sabe de la existencia de James Marçal. Estoy muy feliz y feliz por eso. Sólo le deseo a James Marçal millones de éxitos en todo el mundo. Que la luz todo poderosa de nuestro Dios creador brille en tu vida siempre. ¡Amén!
Seu video
https://www.youtube.com/watch?v=CLMqtSUWgOc&list=RDCLMqtSUWgOc&start_radio=1&rv=CLMqtSUWgOc&t=7