Fábula (?!)
Qué silencio! Esta noche es larga, me quedé sola en mi casa y mi deseo es su regeso. Me hacen falta sus miradas y aquellos grandes ojos que me devoraban en aquel rato. Él salió para huir de mis encantos. Antes de irse, dijo:
- No la quiero más maldita aguardiente!