A una joven escritora
¿Cómo pudiera imaginar que usted, Consuelo, se convertiría, algun día , en una gran escritora?
No lo he podido creer cuando tu mamá me ha enviado la invitación para el lanzamiento de tu romance en aquella madrugada de viernes, en la cual estaba mismo pensando en ustedes, preguntándome: ¿Por dónde andarán Florencia y Consuelo?
Aun me acuerdo conocí a tu mamá; estaba contigo en el parque cargada en sus brazos, eras tan chiquilla, ojos tan vivos y brillantes que me habían encantado en la primera vez que te he visto. De pronto, Florencia y yo empezamos a charlar, pues ella se ha dado cuenta que yo llevaba un libro que había comprado en una librería cerca, creo que era uno de poesía de Rubén Darío o Pablo Neruda, si no me equivoco. Ella muy curiosa pediome prestado el libro, y de allí, empezo todo.
Pasamos a vernos semanalmente; Florencia era profesora de literatura, por eso sabia todo de los grandes autores latinoamericanos y me ha sorprendido porque sabía muchos poemas de memoria de Nicolás Guillén, y incluso, me habia regalado un libro suyo con una edición de bolsillo. De allí adelante nos empezamos a amarnos y pasamos a vivir juntos, y tú Consuelo, paso a ser mi hija.
Mi casa que era vacía ha llenadose de alegría con tu presencia. Tu subiendo sobre mis estantes para coger los pequeños coches de metal para jugar, y yo de celos a pelear contigo, mientras tu madre cocinaba. Por un tiempo, tu madre ha aceptado mis molestias, pero con o pasar del tiempo ella ha perdido la paciencia con mi manera de ser tan infantil , me abandonó para nunca mas volver a verme.
Consuelo, creo que tú me has hecho perder a mi gran amor de mi vida, no lo sabes el cuanto que te he odiado; hasta he deseado tu fin, solamente para quedarme con tu mamá. Pero Dios me ha enseñado que la vida no es como uno quiere.
Me ha sorprendido cuando la vi por última vez caminando acompañada de un hombre moreno fuerte, bien hecho, afeitado, que tu mamá me presentó de buen gusto, como siendo tu padre natural. ¡ Qué hombre!¡Que inteligencia! Me ha hecho sentirme un enano perante tanta elegancia y cordialidad, me ha tratado como si fuera un viejo amigo de muchos años, hasta tomamos un café y cenamos juntos nosotros tres.
Yo fui testigo de que Florencia y él eran una sola alma inseparable.
Pero olvidemos el pasado y volvamos a ti. Consuelo, tu presentación fue excepcional, exitosa cada palabra tuya sonada como melodía, realmente tienes mucho talento.
Yo me he quedado lejos del auditorio, quería mucho un autógrafo tuyo, pero la vergüenza, debilidad emocional, creo que es un castigo y que la cobardía me ha paralizado y no he tenido coraje de acercarme a ti después de lo malo que te he hecho cuando eras apenas una niña. Por eso que he escrito esta carta pues podrías ter sido hasta hoy , la Princesa de mi Palacio vacío.