Eres el verso que no pude escribir,
la luz que me enseña a vivir,
el silencio lleno de melodía,
y la razón que me hace poesía.
Eres suave como el alba,
fuerte como el mar que no calla,
y en tus ojos encuentro el camiño,
de todo lo que quiero amar.
No hay distancia, ni tiempo, ni olvido
que borre lo que he sentido:
que el mundo cabe en tu risa,
y mi alma en tu sonrisa.
Porque quererte bien no es suficiente,
es descubrir que eres eterna en mi mente,
y aunque el cielo intente negármelo,
ya sé que eres mi milagro completo.
No me olvido de ti.