Ama sin miedo al amigo,
ámalo con celo y atención.
Limpia el camino de la amistad,
arranca la maleza que creció,
pues, en la era de la nostalgia,
hasta el amor se desvaneció.
Ama sin miedo al amigo,
ámalo con celo y encanto.
Al que te provoca alegría.
Cuida también, sin embargo,
de quien te inspira poesía y
de quien te seca el llanto.
Ama sin miedo al amigo,
hoy y en el tiempo venidero.
Pues un amigo es algo raro,
como la plata y el oro.
Quien encuentra un amigo,
hallará un gran tesoro.
Ama sin miedo al amigo,
ámalo con tierna afección.
O un día gritarás al viento:
mis amigos, ¿dónde están?
Y el eco te responderá:
¿dónde están... dónde están?