¿Una propuesta razonable?

Cuando un joven rico preguntó una vez a Jesús qué tenía que hacer para heredar la vida eterna, le dijo: «¿Quieres entrar en la vida? Guarda los mandamientos. Si los mandamientos fueran irrelevantes para la salvación, Jesús seguramente no los habría mencionado. Pero el joven fue más directo y preguntó: ¿Cuáles? Jesús mencionó los mandamientos relativos al prójimo, que el joven dijo haber guardado desde su juventud. Ya ves que guardar los mandamientos relativos al prójimo tampoco lo es todo. Y Jesús le dijo que «todavía le faltaba algo; que vendiera todo lo que tenía, lo diera a los pobres y le siguiera, y tendría un tesoro en el cielo». Jesús podría haberle dicho «acéptame como tu único y suficiente salvador, y todo arreglado», si esa es la condición que muchos piensan que garantiza la vida eterna para vivir con Jesús.

Pero ese no es nuestro objetivo en este momento, y ya hemos hablado de ello en otro texto. Más bien, «anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres, ven y sígueme».

Entre la gente que se considera cristiana existe la idea errónea de que los creyentes son o deben ser ricos. Si no lo son, entonces no están experimentando la plenitud de la bendición.

Yo te pregunto, ¿es natural que un buen hijo que podría proporcionar un hogar a su madre, pero no lo hace, sea un buen hijo o un mal hijo? Pues bien, Jesús, por lo que puedo deducir de las Escrituras, no sólo no tenía casa propia, sino que tampoco le dejó una casa a su madre, a pesar de que era lo suficientemente poderoso como para dejarle una mansión. Yo les pregunto, ¿Jesús fue bueno? El dijo: «No acumulen tesoros en la tierra». El Espíritu Santo dice a través de Pablo que «los que quieren ser ricos caen en tentación y en muchas trampas insensatas».

Quien acumula tesoros en esta vida difícilmente los tendrá en el cielo, porque va directamente en contra de lo que mandó el Maestro. Y esto está ocurriendo con innumerables personas que se consideran pueblo de Dios y sus líderes, que reciben grandes salarios, superiores incluso a los de presidentes de grandes empresas y también a los de hombres con poder de liderazgo en naciones como Brasil, cuyo presidente gana menos de cincuenta mil reales.

El mayor evangelista que ha existido no tuvo casa propia y nunca construyó un templo. Esto es totalmente contrario a los principios que guían el comportamiento de los líderes religiosos de hoy.

Piénsalo.

Itajaí-Sc, 04/05/2024

Oli Prestes

Misionero

oliprest