RAZONES PARA SANTIFICAR EL SÁBADO

1 – Fue el propio Dios quien mandó santificarlo cuando dijo: “Te acordarás el día del reposo, para santificarlo. Seis días obrarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será sábado al Señor tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas; porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día del sábado y lo santificó”. Ex 20:8 a 11.

2 – Es la señal entre Dios y Su pueblo.

“Santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy el Señor vuestro Dios”. Ez 20:20.

3 – Es memorial de la creación.

“Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo”. Gn 2:2.

4 – Dios descansó en él.

“Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”. Gn 2:3.

5 – Dios bendijo y santificó el día sábado.

“Y Dios bendijo al séptimo día, y lo santificó”. P. parte. 2:3.

6 – Porque es parte de la justicia de Dios.

“Tus mandamientos son la justicia”. Sal 119:172, ú. parte.

7 – Porque integra la Ley de Dios.

“Te acordarás el día del reposo, para santificarlo. Seis días obrarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será sábado al Señor tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas; porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día del sábado y lo santificó”. Ex 20:8 a 11.

8 – Porque aquel que lo guarda es bienaventurado.

”bienaventurado el hombre, que esto hiciere; y el hijo del hombre, que esto abrazare; que guarda el sábado de contaminarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal”. Is 56:2.

9 – Porque es el santo día del Señor.

“Si retrajeres del día de sábado tu pie hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, consagrado al Señor, glorioso; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en el Señor; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca del Señor ha hablado”. Is 58:13 y 14.

10 – Pues la Ley de Dios es eterna.

“Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la misma”. Sal 119:142.

11 – Porque quien practica la justicia de Dios es justo, así como Él es justo.

“Hijitos, no os engañe ninguno; el que hace justicia, es justo, como Él también es justo”. 1 Jn 3:7.

12 – Porque, a causa de la transgresión del sábado, Dios mandó a matar a un hombre cogiendo leña en ese día.

“Cuando los israelitas estaban en el desierto, hallaron a un hombre que juntaba leña en sábado. Los que lo hallaron juntando leña, lo llevaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación. Y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué le habían de hacer. El Señor dijo a Moisés: 'Irremisiblemente ese hombre ha de morir. Apedréelo toda la congregación fuera del campamento'. Entonces, como mandó el Señor a Moisés, lo sacaron fuera del campamento, lo apedrearon, y murió”. Nm 15:32 a 36.

13 – Porque por ellos tenemos vida.

“Pero los israelitas se rebelaron contra mí en el desierto. No obedecieron mis leyes, desecharon los Mandamientos que dan vida al que los cumple; y profanaron mis sábados en gran manera. Por tanto, dije que volcaría sobre ellos mi ira en el desierto para consumirlos”. Ez 20:13.

14 –Pues ella es la verdad de Dios.

“Tu ley es la verdad”. Sal 119:142, ú. parte.

15 – Transgrediendo la observancia del sábado, Dios derramó Su ira sobre el pueblo de Israel.

“Pero también los hijos se rebelaron contra mí. No anduvieron en mis ordenanzas, ni guardaron mis leyes que dan vida al que las cumple. Y profanaron mis sábados. Dije entonces que volcaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto”. Ez 20:21. “Porque no obedecieron mis leyes, desecharon mis ordenanzas, profanaron mis sábados, y tras los ídolos de sus padres se fueron sus ojos”. Ez 20: 24.

16 – Porque la instrucción que Dios dice:

“Ni saquéis carga de vuestras casas en el día sábado, ni hagáis obra alguna. Sino santificad el día sábado, como mandé a vuestros padres”. Jr 17:22.

17 – Porque Nehemías recordó al pueblo que, por la transgresión del sábado, Dios se encolerizó con sus antepasados.

“En aquellos días vi en Judá algunos que pisaban lagares en sábado, y acarreaban haces de trigo, y cargaban asnos con vino, uvas, higos y toda suerte de carga. Y la traían a Jerusalén en sábado. Y los amonesté que no vendieran provisiones en ese día. También en la ciudad había tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en sábado a los hijos de Judá en Jerusalén. Reprendí a los señores de Judá. Les dije: '¿Qué mal es éste que hacéis, profanando así el día sábado? ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el sábado?' Así, cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del sábado, ordené que cerrasen las puertas, y no las abrieran hasta después del sábado. Y puse a las puertas algunos de mis criados, para que no entrasen carga en sábado”. Ne 13:15 a 19.

18 – Porque el escritor de la epístola a los Hebreos habla de él para incitarnos a aceptar el descanso, con el fin de evitar que sigamos el mismo ejemplo de desobediencia. Observe:

“Por lo tanto, puesto que queda una promesa de entrar en el descanso de él, temamos que en algún tiempo alguno de ustedes parezca no haberla alcanzado. Porque a nosotros también se nos han declarado las buenas nuevas, así como a ellos también; pero la palabra que fue oída no les aprovechó, porque no estaban unidos por fe con los que sí oyeron. Porque nosotros los que hemos ejercido fe sí entramos en el descanso, tal como él ha dicho: Por tanto, juré en mi ira, no entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Dios reposó de todas sus obras en el séptimo día. Y otra vez dice: No entrarán en mi reposo. Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Porque si Josué los hubiera conducido a un lugar de descanso, Dios no habría hablado después de otro día. Por tanto, queda un (reposo sabático) para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también descansa de sus obras, como Dios de las suyas”. Procuremos, pues, entrar en ese reposo. Que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia”. Heb 4:1 a 11.

19 – Porque esa era la costumbre de Jesús.

“Jesús fue a Nazaret, donde se había criado, y conforme a su costumbre, el día sábado fue a la sinagoga, y se levantó a leer”. Lc 4:16.

20 – Pablo, el apóstol de los gentiles, también tenía la misma costumbre.

“Ellos pasaron por Perge, y llegaron a Antioquía de Pisidia. Y un sábado entraron en la sinagoga y se sentaron”. He 13:14.

“Cuando Pablo y Bernabé salían de la sinagoga, los gentiles les rogaron que el sábado siguiente les hablasen más de estas cosas”. He 13:42.

21 – Porque ese es el día que la iglesia primitiva observaba.

“Porque desde los tiempos antiguos, Moisés tiene en cada ciudad quienes lo predican en las sinagogas, donde es leído cada sábado”. He 15:21.

“Y como acostumbraba, Pablo fue a la sinagoga, y por tres sábados razonó con ellos de las Escrituras”. He 17:2.

“Y cada sábado razonaba en la sinagoga, y persuadía a judíos y a griegos”. He 18:4.

22 – Porque aquel que no observa el sábado, aunque observa los demás Mandamientos, se torna culpable de todos.

“Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero ofende en un solo punto se ha hecho culpable de todos”. St 2:10.

Oli Prestes

Misionero

Obs.: Esse texto está em língua portuguesa nessa pagina, com o título "Razões para santificar o sábado".