EVANGÉLICOS, CREAN EN JESÚS

Dijo Jesús: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva”. Jn 7:38. ¿Realmente todos los evangélicos creen en Jesús? ¿Cómo creer en Él para alcanzar no solo sus promesas, sino también la vida eterna?

En los trabajos que hemos compuesto ya discurrimos acerca del creer común y de la fe que opera la justicia de Dios. A pesar de ello, incluso muchos de los que han leído mis textos aún no alcanzaron el entendimiento sobre lo que propongo como tesis en favor de Cristo, afirmando que Jesús es la verdad, pero no creen que deben creer en la verdad y que deben observarla para salvarse. Así, corren un serio riesgo de que no se aprueben sus currículos para los cargos de siervos de Dios y discípulos de Jesús que pretenden. Consecuentemente, pueden perder sus carreras y no recibir el “venid, benditos de mi Padre” que Jesús dirá a los bienaventurados en la ocasión de su advenimiento.

El texto citado anteriormente aborda la creencia que presenta la Escritura y que no podría ser de otro modo; después de todo, los demonios también creen que Jesús es el Hijo de Dios.

Para que también podamos aclarar a lo que Jesús se refería cuando hacía algunas referencias a Sí mismo, sugerimos leer nuestro texto “Dichos de Jesús, me, a mí, conmigo”.

Cierta vez, Jesús les dijo a algunos de Sus contemporáneos: “¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?”. Jn 8:46.

¿Qué es la verdad?

“Tu ley es la verdad”. Sal 119:142, ú. parte.

Hay algunos conceptos erróneos presentes en el medio evangélico. Uno de ellos consiste en el pensamiento de que Dios Padre es riguroso, mientras que Jesús emana solo bondad y amor. Otro concepto dice que el Dios que actuaba con rigor en el tiempo de la antigua dispensación de la gracia era el Dios Padre, y no el Hijo. Sin embargo, estas afirmaciones se resumen en un desconocimiento de las Escrituras, pues quien iba delante del pueblo retirado de Egipto era el Dios Hijo. Fue Él quien mandó matar al hombre que juntaba leña un día sábado. También fue Él quien estableció las leyes de estatutos y ordenanzas entregadas a Moisés, incluso la que establecía que una mujer cogida en adulterio fuera apedreada.

Así, fue por Su intermediación que la verdad advino y Él es quien juzgará Su pueblo. Observe:

“Porque la ley por Moisés fue dada, mas la gracia y la verdad por Jesús, fue hecha”. Jn 1:17.

“Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo”. Jn 5:22.

Por lo tanto, no crea de forma errónea, pues dijo Dios por un profeta que Su pueblo está siendo destruido debido a la falta de conocimiento. Os 4:6. ¿Cuál conocimiento? ¿De la ciencia humana? No, el conocimiento de Dios, que corresponde a la obediencia a Sus Mandamientos, el Decálogo, pues dice el Espíritu Santo a través de Juan: “En esto sabemos que nosotros lo conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: ‘Yo lo conozco’ y no guarda sus mandamientos es mentiroso, y la verdad no está en él”. 1 Jn 2:3 y 4.

Oli Prestes

Misionero

Obs.: Esse texto está publicado em língua portuguesa aqui nessa página, com o título "Evangélicos, creiam em Jesus".