¡ Adiós Castillo!
Finalmente en América del Sur, me parece que los países, o mejor los pueblos latinoamericanos , empezaron a despertarse contra la amenaza socialista que venía prevaleciendo hasta ahora en algunas naciones de acá. Primero fue en Bolivia con la deposición de Evo Morales, y ahora con la del peruano Castillo.
¿Pero, a quién debese agradecérselo a ese cambio tan radical después de décadas de movimientos Bolivarianos liderados por Chávez, Lula y Castro? Sin dudas la tomada de conciencia del pueblo brasileño a elegir a Jair Bolsonaro , ha contribuido substancialmente con las pérdidas de popularidad de la izquierda en todo el continente. El Brasil, el país más grande de Latinoamérica, con las fuerzas Armadas más poderosas de la región, con la octava economía del mundo, viene liderando el nacimiento del conservadorismo, y esto cambiará el juego político de los demás países vecinos que son inestables tanto política cuanto económicamente. Y no sólo eso, el pueblo brasileño es un pueblo aparte de los demás latinoamericanos no sólo por la lengua sino por el deseo de progresar y se convertiren en una potencia mundial.
A ellos lo que interesales es el desarrollo, la riqueza y la prosperidad, quieren seguir los pasos de las grandes civilizaciones como Estados Unidos, Japón o Alemania, y no una integración latinoamericana que los dejaran en una miseria, sin avenir. Que nuestros hermanos no se rabie con lo que he dicho, es que el pueblo brasileño, a pesar de no ser tan intelectual y culto como algunos de nosotros, no aceptan de manera ninguna abjurar de su libertad.
¿Entonces, por qué no sigamos el ejemplo de Brasil y libramonos de una vez por toda de esta ideología de Museo que nada más ha logrado que opresión, miseria y muerte a todos esos desgraciados de los indígenas, negros y chollos que creyeron en un sueño que ahora ha se convertido en una pesadilla sin fin. ¡Portanto señores, ha llegado el momento de cambio, como han hechos los brasileños, a las calles a luchar por libertad, Dios, patria y familia !