TRONCO

Flores diversas en el jardín,

varios colores, todas lindas,

mas, fui cautivado súbita e

irremediablemente por una blanca,

a pesar de su origen híbrida,

cuya pureza angelical me alucinó.

Reluce su belleza impar, ante mí,

en destaque entre tantas otras,

pues reluciente emerge brillo

tanto como luz, en permanente

invitación para ser acogida, es seducción.

Entregando para ella mi más preciado,

útil y gentil miembro, evitaría que

carencia afectiva disminuya su alegría y

frescura, gran encanto, eso haré,

dejaré mi tronco para clavándose en él

pueda continuar abriéndose cada mañana

con el estímulo del calor solar y entonces,

diseminar su fragancia sobre mí en cuanto

me moja del polen matutino.

Fuera de eso qué sentido tendría mi existencia de árbol?

Ninguno.

Existir para acogerle es mi razón de ser.

Libro: Flores (e-book)