salón familiar
acaso por el sonido de sus manos delicadas
en el roce de esa platería
fue que la puso en centro de su mesa
-no obstante las pérdidas notorias-
el brillo tal vez
siempre en los mundos sin sol es bueno el brillo
y el metal no pierde su prestigio
aún con algo del dios eran los hombres
de la edad que así se nominaba
un género refiere sus entuertos
sus talones de Aquiles
sus más arduos regresos a comarcas
pero aquí en la escena principal
centro de una mesa íntima y remota
ordena y memora y despliega y... tantas cosas
resulta que vienen días grises
la tiza del sol se mueve hacia el ocaso
Carlos Alberto Roldán