No te preocupes, queridita
No te preocupes, queridita
si me muero de dolor.
Cuando yo era chiquita
con los pelos tan negros,
casi me moria de celos
que me dejaras solita.
Pero tu, con tu sonrisita
me mirabas como actor
y me decias bromeador:
No te preocupes, queridita
si me muero de dolor.
Por la puerta tu pasabas
y eras tan alto y fuerte
que, desdichada mi suerte,
juro que te extrañaba.
Muchas veces yo miraba
esperaba encogidita
el barullo del motor
que decia con tu adios:
No te preocupes, queridita
si me muero de dolor.
Pero yo era tan sola,
tan pobre y desdichada
que no pensaba en nada,
ni me via pasar las horas.
Papa esta lejos ahora
muy aya de la provincia
y me dejo con mi dolor
y el recuerdo de su voz
No te preocupes, queridita
si me muero de dolor.